jueves, 13 de diciembre de 2012


“Narcocorridos de Los Tigres del Norte: orígenes”

Angulo González Griselle Mercedes                       


El uso de narcóticos no siempre tuvo una acepción negativa, antes fueron muy comunes tanto en la clase alta como entre el pueblo en general, esto en América y Europa. Es hasta las últimas décadas del siglo XIX cuando comienzan a aparecer una serie de cuestionamientos y críticas acerca de los narcóticos o “sustancias peligrosas” como morfina y opio, y mas tardíamente también la marihuana. “El 8 de enero de 1925 el presidente Calles expide un decreto (…) donde se fijan las bases de la importación del opio, morfina, cocaína, etc. En 1926, el Código Sanitario prohíbe el cultivo y comercialización de la marihuana y la adormidera. “[1]

Se tienen conocimientos de que en los treinta aún trabajaban en el tráfico de drogas los chinos, pero entre las décadas de los cuarenta a los sesenta se desconoce qué fue lo que pasó con el narcotráfico. Cuando nuevamente se sabe sobre narcotráfico alrededor de los setenta, es porque la DEA (Fuerza Administrativa Antidrogas por sus siglas en inglés) comienza a ejercer presión sobre México para acabar con el narcotráfico, es así como los medios de comunicación le comienzan a dar difusión a este tema. El contrabando se vuelve una nueva forma de ganarse la vida donde las familias pueden aumentar su nivel adquisitivo.

En el medio en el que se desarrolla esta cultura principalmente al norte de México, tienen cabida los narcocorridos porque simplemente refleja una parte de la realidad. Hay muchas discusiones en torno a la influencia que ejercen los narcocorridos en la gente, como que sólo consigue volver a la gente aspirante a narco, inclusive, han tomado medidas para censurarlos, apoyadas en la ley de Radio y Televisión.  A ello, no han sido pocas las respuestas, todas en relación a que ésta música sólo ha sido un reflejo a una cultura cambiante. Luís Astorga comenta que, en un momento en el que estuvieron censurados los narcocorridos en la radio, las cifras de violencia en el narcotráfico no disminuyeron y continuaron su curso en acenso. Y, como bien asegura, los narcocorridos sólo son una consecuencia del narcotráfico y no la causa.[2]

En los setenta, la industria cinematográfica y la discográfica fortalecían sus vínculos logrando exportar los corridos tradicionales, estos, fueron siendo modificados, adaptados a una sociedad creciente y cambiante, usados para hablar de temas contemporáneos: el narcotráfico.

Aunque éste trabajo esta centrado en los orígenes de los narcocorridos en voz de Los Tigres del Norte, es importante aclarar un asunto, no es con ellos con quienes nacen los narcocorridos (aunque si muy probablemente con quienes se populariza y con quienes el corrido regresa a escucharse), desde 1920 que entra en vigor la ley seca en EEUU, ya para ese entonces en México existen bastantes prohibiciones en relación con las drogas, se tienen conocidos varios narcocorridos, inclusive, remontándonos más allá,  de 1887, Mariano Reséndez tiene su propio corrido donde su tema principal era el contrabando.

Ahora bien, regresando a mi interés con Los Tigres del Norte, es imprescindible mencionar que no todo el tiempo cantaron narcocorridos, en un principio de su carrera, aunque cantaban corridos, eran enfocados a otros temas, principalmente a los migrantes que iban para EEUU. La primer canción que abrió paso al narcocorrido, (narcocorrido en sus niveles de popularidad actual) con Los Tigres del Norte, es “Contrabando y Traición” de Paulino Vargas (compositor del mayor numero de letras de Los Tigres).  Canción registrada en derechos de autor desde 1975, pero lanzada en disco hasta 1991. Ya en 1989 habían iniciado la tradición del narcocorrido con “Una camioneta gris”.

Las canciones que elegí para analizar, son las más representativas a mi consideración, de diferentes discos para hacer un análisis de su evolución:

·“Una camioneta gris” en Corridos prohibidos, de 1989.
·“La banda del carro rojo” y  “La muerte del soplón” en De película, de 1992
· “Pacas de a kilo” en La guerra de…, de 1993
· “El tamal” en El ejemplo, de 1995
·“Jefe de jefes” y  “Las novias del traficante” en jefe de jefes, de 1997

Los narcocorridos son crónicas de las aventuras, traiciones, infortunios, ejecuciones, amores, desamores y demás hechos de individuos involucrados en el "negocio". [3]

Los Tigres del Norte tienen características muy particulares; hablan de los sucesos más frecuentes entre los narcos, su “filosofía”, las drogas más comunes, etc.,  pero algo que no comparten con la mayoría de los grupos que cantan narcocorridos, es que jamás se meten con traficantes famosos vivos,  en ocasiones menciona algunos pero casos muy renombrados, por ejemplo mencionan a Lino Quintana y Pablo Escobar Gaviria, pero en general solo mencionan nombres al azar, Pedro, Juan, Toño, Inés… Y el otro asunto es que en general siempre terminan mal las historias, esto es, muertos (ya sea por policías o por el “destino”), o solos, o en la cárcel…

La primera generación del narcotráfico, reconocida por la PGR, es en los setenta y estando al mando de ella Pedro Avilés Pérez, termina la primera generación con su muerte en 1978, en la siguiente generación se encuentran: Miguel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo y Manuel Salcido Uzeta “el cochiloco”. Es justo con ésta generación que se tiene la etapa incipiente de los narcocorridos en voz de los Tigres del Norte. La primera canción sacada al mercado es “Una Camioneta Gris”.
 
En sus canciones, no se nota una evolución muy clara, pero lo que se puede observar es por ejemplo que con la de “Jefe de jefes” ya se nota “afianzado” el negocio, o al menos así lo da a entender la canción, alguien que ya tiene algo bien agarrado, pero, que su tiempo y trabajo le ha costado. Mientras en la “Camioneta gris” uno podría imaginarse que es alguien que apenas empieza, que aunque ya antes lo ha hecho, todavía tiene la posibilidad de ser agarrado. También en la de “Jefe de jefes”, mi impresión es que, después de tanto intento de censura por parte de los medios de comunicación y de algunos diputados en el norte desde 1987[4], Los Tigres como ya lo han declarado en entrevistas, en la canción aclaran y dan a entender al comienzo, que no se tiene que ser narcotraficante o aspirante a, para que se escuchen los narcocorridos pues “son los hechos reales de nuestro pueblo (…) y en ellos se canta la pura verdad”.

En 1992, historias de las “hazañas” de algunos narcos eran bien conocidas, Los Tigres eligen cantarla; ésta es la historia de Lino Quintana, escrita por Paulino Vargas que retoma una historia de principios de los setenta, según dicen, le gustó la historia por ser Lino un hombre confiable y valiente, pues al ir pasando un cargamento los agarraron pero el no “rajó”. Eligió cantar la historia en dos partes, la segunda es “la muerte del soplón”. Comienza aclarando que “Lauro Cantú Villarreal fue el que traicionó a Quintana”, y tuvo sus amigos que intentaron vengarlo, un “policía deshonesto” fue el que les dijo a dónde ir, pero una exnovia se les había adelantado y estaba muerto cuando llegaron.  

El negocio del narco en México ya tiene varias décadas desarrollándose, abriéndose un camino, organizándose en diferentes cárteles, etc. Y en la canción “Las novias del traficante” de 1997, deja bien claro cuáles son las drogas más comunes y de dónde vienen o dónde buscarlas, un negocio bien conocido para ese entonces y  en “Pacas de a Kilo” de 1993 también se puede observar como se habla de un negocio ya bien establecido, una parte de la dinámica de un narco común, en qué estados principalmente se dan las actividades, las “habilidades” indispensables, por ejemplo manejar armas de fuego, avionetas, y también comenta como no está mal visto por toda la sociedad el narcotráfico, inclusive, los amigos de su padre le tienen envidia, como dice la canción. Otro aspecto rescatable es que, aunque mal visto por un lado, es permitido por el otro, pues hasta “Los Pinos me dan la sombra” dice la canción.

El ejemplo del policía “deshonesto”, es la canción “El Tamal”, es un policía que por “ambicioso” y querer toda la coca de “Juan Manuel”, hasta muerto terminó, no era cualquier policía, era un coronel de la judicial, y Juan, conciente de la situación, hasta le ofreció. Una parte muy sabida de México en estas últimas décadas, son los nexos entre estado y narcotráfico[5]. También menciona algo que es evidentemente trascendental para los narcos, la lealtad, alguien que no está rodeado de personas leales, lo que más frecuentemente le pasa, que se menciona en las canciones, es el dedazo, o sea que los delatan (cosa que le pasó a Juan Manuel). Mientras que se enaltece a la gente que no confiesa, la lealtad hace a los amigos, a “la familia”. El otro tema importante del que habla “El Tamal”, es mencionar que el narcotráfico no solamente existe en grandes cantidades, sino que también se da en pequeñas porciones, tan pequeñas, que caben en una bota. 

En estas últimas canciones no se nota una evolución realmente en los temas, lo único que puedo decir es que para los noventa, ya se encontraba en pleno auge el narcotráfico, los temas que mencionan Los Tigres son comunes en todas las canciones de narcocorridos habidos para ese entonces. Lo que si se nos permite ver con las canciones es a que grado ya había evolucionado el narco, sus relaciones con el estado, su modus operandi individual, sin nexos con la “autoridad”, la forma de trabajar en conjunto, de  dónde sale la droga (ranchos, plantíos en el cerro, etc.), a dónde van y de dónde vienen los cargamentos etc.

Retratan una cosmovisión, una cultura existente al norte de nuestro país, existe una dicotomía campo-ciudad en la gente; con trocas para la sierra, armas de diferentes tipos, desde una 9mm hasta M-16 o un AK-47 etc. Y las aspiraciones más comunes entre citadinos: lujos y dinero, “el dinero es el fin y las drogas el medio más rentable”[6].

Los narcocorridos a la fecha no han perdido su función inicial (de cuando eran corridos), esto es, informar, contar sucesos, “Así, la mayoría de quienes escuchan narcocorridos, descubren en éstos la historia de sus vidas o la de gente bastante cercana a ellos, encuentran los valores que de alguna u otra forma pasan a ser directrices en el actuar en la sociedad o, en el mejor de los casos una representación de sus aspiraciones: riqueza, mujeres, hombría, poder”.[7]

Los Tigres del Norte, han ido evolucionando en sus canciones, reflejando poco a poco lo que se va volviendo más cotidiano en el mundo del narco, primero hablando de “ligeros” cargamentos, luego de un jefe de cartel, y pasando por toda clase de policías, por el narcomenudeo,  etc., en fin, lo más visto en la sociedad.
                                                                                                    
Dado que la música es una forma muy clara en la que tiene coincidencias la identidad de muchos y diversos grupos sociales, me parece importante ver cómo es que surgen, en qué contexto y cómo operan, por ello decidí analizar a los Tigres del Norte, intentando ver un poco de su trayectoria en relación a la situación del narcotráfico en México. Considero que para saber un poco más del narcotráfico en México, una fuente primaria son los narcocorridos, porque como bien lo menciona Luis Astorga, “En el campo del tráfico de drogas en México y en otros países, quienes lo conforman no suelen crear y conservar archivos sobre sus actividades, hacer confesiones públicas o dar entrevistas, ni escribir memorias.”[8]

Sin duda, los Tigres, recrean muy bien un ambiente relacionado al narcotráfico, y al contrario de lo que alegan los medios de comunicación, diciendo que los narcocorridos sólo son apologías de narcotraficantes, el grupo que elegí es uno de los grupos mas neutrales, tanto habla de actividades de federales “honestos”, como de “deshonestos”, de narcos, como de gente que sólo los escucha por mero gusto.

La crítica que se les hace a los narcocorridos me parece infundada pues como ya lo he venido diciendo a lo largo de mi trabajo, la música no hace a la sociedad, sino, las exigencias de la sociedad son las que se reflejan en la música que se crea y escucha.

Éstas críticas e intentos de censura desde el estado, son una forma obsoleta de combatir el narcotráfico, es solo una forma de apantallar a la gente para que se crea que el gobierno está preocupado, y que hace algo por la seguridad.

Tal vez para gente que vivimos relativamente alejados del epicentro del narcotráfico, las canciones nos puedan parecer una exageración, pero basta ver cómo es la vida en una ciudad donde la droga está en auge para ver cómo no se exagera, y sólo retratan la realidad, es llamativo para cualquier persona que no haya crecido en este medio, encontrarse con que al asistir a cualquier lugar público, en la entrada se encuentren detectores de armas, y no sólo eso, sino al lado, un anuncio que aclara qué armas de fuego están prohibidas y una lista de mas de veinte. O enterarse que Culiacán ha sido la ciudad con mayor número de autos de lujo vendidos. La mayoría camionetas. 

Es claro que de que se mueve mucho dinero en estos lugares se mueve, pero el dinero no llega solo, sino con la droga del narcotráfico. Con los movimientos e historias retratadas en no pocas canciones.

Fuentes Primarias
·       Sitio Web consultado el 03 de Diciembre del 2007:
http://www.lostigresdelnorte.com

·       Disco de Los Tigres del Norte, Puros corridos, Sound recoder music, 2008.

·       Disco de Los Tigres del Norte, Compilación Los Tigres del Norte discografía completa, Mix 33. Party.

·       Sitio Web consultado desde el 2 de abril del 2008, diversos temas de Los Tigres del Norte: www.youtube.com

·       Sitio Web consultado el 7 de abril del 2008:
http://www.club-tigresdelnorte.com/discografia.htm


Fuentes secundarias:
  • Astorga Luis A., Mitología del “narcotraficante” en México, Plaza y Valdés Editores, 1996, pp. 150

  • Astorga Luis, Los corridos de narcotraficantes en México y Colombia, Instituto de Investigaciones sociales-UNAM, Sitio Web consultado el 10 de junio del 2008: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lasa97/astorga.pdf


  • Astorga Luis, “Arqueología del narcotraficante”, en Nexos No 211, en junio de 1995, consultado en sitio Web el 4 de junio del 2008 en:
http://www.drogasmexico.org/texto.php?aid=168  

  • Astorga Luis, “Corridos de traficantes y censura”, en Revista Región y Sociedad, Vol. XVII, No. 32, 2005. Consultado en Sitio Web:
http://lanic.utexas.edu/project/etext/colson/32/5notaastorga.pdf 
  • Eric Lara, “Salieron de San Isidro…” El corrido, el narcocorrido y tres de sus categorías de análisis: el hombre, la mujer y el soplón, un acercamiento etnográfico, en Revista de humanidades tecnológico de Monterrey, 2003. Consultado en sitio Web el 22 de mayo del 2008:

  • Linares Adriana, La leyenda negra, consultado en sitio Web el 1 de mayo del 2008 en: http://docentes.uacj.mx/rquinter/cronicas/narcotr.htm 

  • Tinajero Medina, R. y Hernández Inzaga, María, El narcocorrido ¿Tradición o mercado?, México, Universidad Autónoma de Chihuahua, 2004, pp. 151.


  • Sitio Web consultado el 01 de Diciembre del 2007:

  • Sitio Web consultado el 03 de Diciembre del 2007:
  • Sitio Web consultado el 4 de marzo del 2008, Ley federal de radio y televisión:

  • Sitio Web consultado el 1 de junio del 2008:

  •  Volumen 1 de narcocorridos a Malverde























Una camioneta gris 1989
 
Una camioneta gris
Con placas de California
La traían bien arreglada
Pedro Márquez y su novia
Muchos dólares llevaban
Para cambiarlos por droga
 
Traía llantas de carrera
Con sus rines bien cromados
Motor grande y arreglado
Pedro se sentía seguro
no hay federal de caminos
que me alcance te lo juro
 
Su destino era Acapulco
Así lo tenían planeado
Disfrutar luna de miel
Y el regreso aprovecharlo
Con cien kilos de la fina
Que en 'la gris' habían clavado
 
De regreso en Sinaloa
Pedro le dice a la Inés
Voy viendo que alguien nos sigue
Ya sabes lo que hay que hacer
Saca pues tu metralleta
y hazlos desaparecer
                              
En Sonora los rodearon
Diez carros de federales
Le dice la Inés a Pedro
No permitas, nos atrapen
Vuela por encima de ellos
No es la primera vez que lo haces
 
Por bocinas les gritaban
Helicópteros alerta
Los tenemos bien rodeados
Es mejor que se detengan
De pronto un tren que cruzaba
Acabó con la pareja.





La muerte del soplón 1992

Lauro Cantú Villarreal
Fue el que traiciono a Quintana
Cuando llevaba una carga
Para entregarla a la mafia
Allí firmó su sentencia
Y anduvo a salto de mata.

En la ciudad de Juliet
Y también en sur Chicago
Ya se sabia del soplón
Y lo estaban esperando
Y dicen que en Kansas City
Pudo escapar de milagro.

Un policía deshonesto
Que también murió en la quema
Dijo que estaba escondido
En la Ciudad de las Vegas
Que ya se iba para Europa
No más cobrando unas deudas.

Allí volaron los buitres
Este fue un fin de semana,
Pero lo encontraron muerto
Lo había matado una dama
Una mujer muy bonita
Que fue novia de Quintana.

La traición no es buen negocio
Cuando se apuesta la vida
Lauro no quiso entenderlo
Y traiciono a la familia
Le costo mucho dinero
Y al final hasta la vida.

La rubia de la venganza
Era de ojitos borrados
Según el retrato hablado
Por la versión de un empleado
Ella escapo de la ley
y nunca la han encontrado.

Allí volaron los buitres
Este fue un fin de semana,
Pero lo encontraron muerto
Lo había matado una dama
Una mujer muy bonita
Que fue novia de Quintana.
 
La banda del carro rojo 1992
 
Dicen que venían del sur
En un carro colorado
Traían cien kilos de coca
Iban con rumbo a Chicago
Así lo dijo el soplón
Que los había denunciado
 
Ya habían pasado la aduana
La que esta en El Paso, Texas
Pero en mero San Antonio
Lo estaban esperando
Eran los rinches de Texas
Que comandan el condado
 
Una sirena lloraba
Un emigrante gritaba
Que detuvieran el carro
Para que lo registraran
Y que no se resistieran
Porque si no los mataban
Surgió una M-16
 
Cuando iba rugiendo el aire
El faro de una patrulla
Se vio volar por el aire
Así empezó aquel combate
Donde fue aquella masacre
 
Decía Lino Quintana
Esto tenía que pasar
Mis compañeros han muerto
Ya no podrán declarar
Y yo lo siento sheriff
Porque yo no se cantar
 
De los siete que murieron
Sólo las cruces quedaron
Cuatro eran del carro rojo
Los otros tres del gobierno
Por ellos no se preocupen
Irán con Lino al infierno
 
Dicen que eran del Candil
Otros que eran del Altar
Hasta por ahí dicen muchos
Que procedían del Parral
La verdad nunca se supo
Nadie los fue a reclamar

Pacas de a kilo 1993
 
Me gusta andar por la sierra
Me crié entre los matorrales
Ahí aprendí hacer las cuentas
Nomás contando costales
Me gusta burlar las redes
Que tienden los federales

Muy pegadito a la sierra
Tengo un rancho ganadero
Ganado sin garrapatas
Que llevo p’al extranjero
Que chulas se ven mis vacas
Con colitas de borrego

Los amigos de mi Padre
Me admiran y me respetan
y en dos y trescientos metros
Levanto las avionetas
De diferentes calibres
Manejo las metralletas

El Tigre a mi me acompaña
Porque ha sido un gran amigo
Maestro en la pista chica
Además muy precavido
Él sabe que en esta chamba
No es bueno volar dormido

Por ahí andan platicando
Que un día me van a matar
No me asustan las culebras
Yo se perder y ganar
Ahí traigo un cuerno de chivo
Para el que le quiera entrar

Por el negocio que tengo
Donde quiera me paseo
No me gusta que presuman
Tampoco me miren feo
Me gusta que me platiquen
Pero no todo les creo

Los pinos me dan la sombra
Mi rancho pacas de a kilo
Soy mediano de estatura
Amigo de los amigos
Perdonen que no acostumbro
Decirles mis apellidos

Adiós sierra de Coahuila,
De Sinaloa y Durango,
De Sonora y Tamaulipas,
Chihuahua te andas quedando,
Si me quieren conocer en Juárez,
Me ando paseando.

El tamal. 1995
 
La pistola en la cintura
Y en las botas un tamal
Lo rodearon en la calle
Siete de la judicial
Le pidieron la bolsita
Él no se las quiso dar
 
Como le pusieron dedo
Le rodearon bien la troca
El comandante gritaba
Sabemos que cargas coca
El caso no lo hagas  grande
Ve quitándote la bota
 
Juan Manuel le contesto
De traerla no me rajo
Yo se que también le gusta
Con gusto yo la comparto
Pero si la quiere toda
Con sus hombres yo me mato
 
 
Con la pistola en la mano
Y el dedo en el gatillo
Notaron en su mirada
Que era un hombre decidido
Porque lo tenían rodeado
Pero se veía tranquilo
 
No hago tratos con mañosos
Y entrégame el tamal
No te pongas resistente
La vas a pasar muy mal
Antes de que continuara
Un balazo le dio Juan
 
Los agentes dispararon
Pero no con puntería
A Juan no lo detuvieron
Se les escapo ese día
El comandante esta muerto
Por un tamal que quería
 
 
 
 
 

Las novias del traficante. 1997

Todo mundo ya conoce
Las novias del traficante
Aquellas que vuelven loco
Y no son buenas amantes
Nunca se tientan el alma
Y pueden hasta matarte
 
Tienen muy bonitos nombres
Yo se los voy a nombrar
Para que se cuiden de ellas
Si las llegan a encontrar
Voy a darles santo y seña
Donde las pueden hallar
 
Blanca Nieves en Colombia
Mari Juana en Culiacán
Amapola está en Durango
En la sierra la hallarán
Y La Negra está en Guerrero
y Cristal en Michoacán
 
Cuando muere un Traficante
O a la cárcel va a parar
Las novias no se preocupan
Sabían que eso iba a pasar
Porque el que juega con lumbre
Con ella se ha de quemar
 
Las novias del traficante
Son muy malas en verdad
El que se mete con ellas
Tal vez le puede pesar
Porque andan con gente grande
Que no saben perdonar
 
Esto lo digo con clave
Muchos pueden entenderlo
Y aquellos que no lo entiendan
Echen a andar el cerebro
Pa’ que las mentadas novias
No vayan a sorprenderlos
Jefe de jefes. 1997

-A mi me gustan los corrido
Porque son los hechos reales de nuestro pueblo
- Si, a mi también me gustan
Porque en ellos se canta la pura verdad
- Pues ponlos pues, 
- Órale, ahí va...
 
Soy el jefe de jefes señores
Me respetan a todos niveles
Y mi nombre y mi fotografía
Nunca van a mirar en papeles
Porque a mi el periodista me quiere
Y si no mi amistad se la pierde
 
Muchos pollos que apenas nacieron
Ya se quieren pelear con el gallo
Si pudieran estar a mi altura
Pues tendrían que pasar muchos años
Y no pienso dejarles el puesto
Donde yo me la paso ordenando
 
Mi trabajo y valor me ha costado
Manejar los contactos que tengo
Muchos quieren escalar mi altura
Nomás miro que se van cayendo
Han querido arañar mi corona
Los que intentan se han ido muriendo
 
Yo navego debajo del agua
Y también se volar a la altura
Muchos creen que me busca el gobierno
Otros dicen que es pura mentira
Desde arriba nomás me divierto
Pues me gusta que así se confundan
 
En las cuentas se lleva una regla
Desde el uno llegar hasta el cien
El que quiera ser hombre derecho
Que se enseñe a mirar su nivel
Sin talento no busques grandeza
Porque nunca la vas a tener.
 
Soy el jefe de jefes señores
Y decirlo no es por presunción
Muchos grandes me piden favores
Porque saben que soy el mejor
Han buscado la sombra del árbol
Para que no les de duro el sol















































[1]             Luís Astorga, Mitología del narcotraficante, México, Plaza y Valdés Editores, 1995, p 48
[2]             Corridos de traficantes y censura, Luís Astorga, Región y sociedad XVII No. 32, 2005
[3]             http://personales.com/mexico/colima/estafauna/
[4]             Astorga Luis, “Corrido de traficantes y censura”, en Revista Nueva Sociedad.
[5]             Sitio Web consultado el 4 de junio del 2008: http://www.drogasmexico.org/texto.php?aid=168
[6]             Astorga Luis, Mitología del narcotraficante, p. 11
[7]             Astorga, Luis, Los corridos de traficantes en México y Colombia, Consultado en sitio Web: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lasa97/astorga.pdf
[8]             Sitio web consultado el 10 de junio del 2008 http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lasa97/astorga.pdf